Para su
cultivo son preferibles los suelos ricos y arcillosos, con buen drenaje y en un
lugar bien soleado. Generalmente las
semillas se plantan en invernaderos a principios de primavera. Tardarán de 3 a 4 meses en madurar y entonces
se repican las plantitas en hileras, a unos 25 cm de distancia unas de
otras. Será necesario regar y escardar a
menudo
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