El enebro no suele ser una especie cultivada, y sus frutos
se recogen de ejemplares silvestres.
Pero se puede cultivar a partir de las semillas o mediante propagación a
partir de esquejes de plantas jóvenes.
Se debe colocar en lugares abiertos al sol o parcialmente a la sombra en
suelos secos. Se deben plantar plantas
masculinas y femeninas.
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