El árbol de la canela crece en climas marítimos
tropicales de poca altura, en terrenos arenosos bien drenados y húmedos. Se multiplica por medio de esquejes
semimaduros en verano. También se puede
multiplicar por semillas germinadas en el
interior durante unas tres semanas.
El árbol requiere bastante sol y temperaturas que no desciendan de los
15 ºC, con precipitaciones abundantes.
Se cultiva en plantaciones y setos, pudiendo
alcanzar los 10 metros de altura en su forma silvestre, pero generalmente se poda
en árboles más pequeños de unos 2 metros.
Esto facilita su cultivo y provoca que desarrolle un mayor número de
ramas para obtener su corteza.
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