El azafrán requiere climas soleados con tierras
secas, calcáreas, aireadas y algo arenosas.
Soporta altas temperaturas y fríos intensos, siendo poco exigente en
agua.
Se propaga por división del bulbo que se planta hacia
finales del verano. Se puede multiplicar
por las semillas, pero entonces las plantas producidas tardarán tres años en
desarrollarse lo suficiente para florecer.
Las plantaciones son productivas durante ciclos de tres años, dejando a
continuación cinco años sin plantar azafrán.
La plantación de los bulbos se realiza entre los
meses de junio y septiembre, en franjas de unos 20 cm de profundidad. Los bulbos se colocan en dos hileras
paralelas con una separación de 10 cms.
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