Resumen del extenso reportaje publicado en la revista Discovery Salud (Marzo-2016)
LA CAPSAICINA REDUCE EL RIESGO DE MUERTE POR CANCER Y POR PATOLOGIAS CARDIACAS Y RESPIRATORIAS
El consumo habitual de alimentos picantes ricos en capsaicina -como el ají, la cayena, el chile o la guindilla- reduce entre un 10% y un 14% tanto el riesgo de muerte por cáncer como por patologías cardíacas y respiratorias; así se afirma al menos en un reciente estudio publicado en el British Medical Journal. Y un estudio del Instituto Indio de Tecnología de Madrás (India) acaba de explicar por su parte los mecanismos moleculares por los que la capsaicina es eficaz frente a las células cancerosas animando a que se use ya como tratamiento natural del cáncer. Lo singular es que hablamos de una sustancia analgésica y antiinflamatoria que ha demostrado se útil igualmente en diabetes tipo II y otras patologías.
La capsaicina tiene efectos antioxidantes, antiinflamatorios, antihipertensivos y antitumorales y parece ayudar a evitar la obesidad.
La capsaicina es tan activa que puede llegar a producir ampollas en la lengua aún estando purificada y diluida ¡100.000 veces!
La capsaicina ha demostrado in vitro ser eficaz en células tumorales de cerebro, mama, pulmón, hígado, páncreas, vejiga, estómago, próstata, colon y piel; impide que obtengan energía y activan su apoptosis o suicidio al unirse en su interior a ciertas proteínas.
Los efectos de la capsaicina en la ingesta de calorías y la obesidad hacen de las comidas picantes una posible solución para varios problemas metabólicos -entre ellos la diabetes- según un trabajo recién publicado.
La capsaicina reduce la inflamación del tejido adiposo, la esteatosis hepática y las respuestas inflamatorias provocando la activación y regulación de los receptores PPAR y el metabolismo de los lípidos implicados en numerosas enfermedades como la obesidad, la ateroesclerosis, la diabetes y el cáncer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario